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Angélica Martínez R.
angelica.martinez@laprensa.com.ni
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Sin embargo, algunos creen que se han salido con la suya engañando al maestro cuando lo que hacen es darle un correcto uso a esta herramienta. “Yo lo que hago es consultar varias páginas, saco lo que creo es más adecuado a lo que me pide el profe y lo pego, pero eso sí lo leo y le doy forma”, dijo un estudiante que prefirió no ser identificado.
En su caso, él no está plagiando nada. Simplemente saca las ideas principales de la consulta y las reestructura con sus propias palabras. Aunque sí podría citar su fuente existen otros casos más extremos que rayan en el descaro.
“Ha habido ocasiones en que un alumno es el que saca la información de Internet y el resto (que le compra el trabajo), sólo le cambia la presentación y el estilo de la letra. Ellos creen que no nos damos cuenta, pero lo detectamos con sólo ver el formato de los trabajos. Por ejemplo, a veces ni le quitan la dirección electrónica de donde lo sacaron y la dejan arriba de la hoja o la referencia que aparece al final. Tampoco se molestan en hacer correcciones”, comentó Guadalupe Sandino, profesora del Colegio la Anunciación.
BIBLIOTECA VIRTUAL
Internet, no es más que una gigantesca biblioteca virtual. Por eso cuando ingresés a ella, comportate igual que con los libros. Lee y saca las ideas que te piden en los trabajos. Es divertido, cuando aprendés a buscar la información que necesitás y la encontrás.
Podés “hojear” las páginas en Internet, imprimir alguna ilustración o incluso bajar un texto completo. Lo que no podés hacer es adjudicarte la autoría de ese texto. Tenés que respetar los derechos de autor.
Cuando los maestros descubren que el trabajo presentado es un plagio, lógicamente que los resultados inmediatos van a verse reflejados en la calificación. “El objetivo no es hacerlos trabajar por gusto”, dijo la profesora Sandino, “los trabajos de investigación sirven para que el estudiante fije mejor sus conocimientos”.
TU OPINIÓN
Un rápido sondeo en los pasillos de Metrocentro nos indicó que de 20 estudiantes de secundaria consultados, el 80 por ciento (16 estudiantes), dijo que efectivamente bajan textos completos de la red y solamente los imprimen. El 20 por ciento restante, dijo utilizar Internet junto a una guía para realizar sus trabajos.
Todos coincidieron en decir que gracias a las páginas web, sus trabajos se les facilitan, porque no todos tienen la posibilidad de tener varias enciclopedias en la casa, “aún en las bibliotecas muchos libros están desfasados”, indicó uno de los encuestados.
OTROS USOS
Para responder a la pregunta inicial, de si Internet es aliada o enemiga, una de las explicaciones que recibimos de parte de los consultados, es que además de efectuar trabajos se puede obtener otro tipo de información valiosa para la vida académica.
Por ejemplo, si querés estudiar en una universidad del extranjero te sale mucho mejor hacer la consulta por Internet que por teléfono o correo ordinario. Otra ventaja es que muchas casas de estudio superior realizan los trámites de ingreso, incluido el examen de admisión, vía Internet.
Internet tiene infinidad de utilidades, pero sólo vos determinás el uso que le vas a dar.
¡OJO CON ESTOS CONSEJOS!
Para utilizar adecuadamente la información que hay en Internet:
1. Crea tu propio material. Internet es una herramienta muy útil, pero no se trata de copiar sin leer o citar la fuente.
2. Consulta diversos sitios web. No es conveniente irse a un solo sitio. Recordá que hay mucha basura circulando por ahí. Es mejor que saqués lo que necesités de varias direcciones y luego con tus propias palabras, combinés y escribás tu trabajo.
3. Antes de cometer un plagio, imagínate cómo te sentirías vos si alguien más tomara algo que te costó horas o días realizar, viene tranquilamente y le ¡pone su nombre!
4. Revisá bien la página que estás consultando, puede que ese sitio esté protegido por derechos de autor. Si tu trabajo es incluido en la página web de tu colegio, estarás en serios problemas.